EL PLACER DE EDITAR

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MARY MONJE LANDÍVAR


DULCE Y AMARGO

1
Correr tomados de la mano
como chiquillos tontos
y disfrutar de la simpleza
de hablarnos entre risas
mirándonos adentro.

2
Me has dado
un nuevo color de primavera.

Estas tú y todo resplandece.

Te debo esta alegría insulsa
y este sabor de juventud.

3
Nada nos es dado gratuitamente ,
esta evasión es mi tributo.

Tú ansioso
de recibir ternura
yo hastiada de entregarla
¿dónde encontrarnos?

4
Ahuecaste la mano
y pude acurrucarme en ti.

-Nada por aquí
nada por allí-
y tenías una luna
entre los dedos.

Date prisa
mañana esta hora estará
eternamente ausente.

5
Qué Dios te lo pague.
Has dejado angustia
en mi trajín cotidiano.

Había planeado 
nuestro diálogo y frente a ti
estuve preguntándome 
¿qué momento
llegaría tu caricia?

6
La arena de tu piel
será playa para mis soledades.

El amarillo de tu vientre
se hará multicolor 
en mis caderas.

Este afán de partir 
con retazos de cielo
en las orejas 
y un sueño de niña 
dibujando tu nombre.

7
En cualquier camino
tu sombra para cubrir
mi desnudez de amante.

Eres una prolongación 
de mi piel.
No sé cómo decirlo 
Eres algo así 
como una nueva dimensión 
de mí misma.

Tu presencia me llena de plenitud.

8
Junto a tu puerta 
se volvió dolor
esta ternura.

Con letra de niño 
la lluvia 
escribió tu nombre
en los cristales.

Mi piel 
es una caja de resonancia
para tu latido.

9
En tus pupilas 
algo más que mi sueño
y en la yema de tus dedos
la caricia no imaginada.

Mi ansiedad cumplida
deja entre tus manos
una mujer
con las alas rotas.

Fuera de tí el silencio
y la alquimia de la muerte
amasando placer
de tu sudor y mi lágrima.

10
Junto a tu cuerpo
la plenitud de no ser.

Sé que los caminos
de mi angustia
están diseñados en tus venas.

11
Déjame disfrutar 
de nuestra desnudez
sin fronteras.

Con un temblor
cercano a la agonía
caer en el vértigo
de tu piel agigantada
y reposar en ella
como si fuese 
la misma tierra.

12
Dulce y amargo
saber que todo 
concluye en ti.

Mary monje Landívar (Trinidad, 1936)
Es una voz de calidad humana. Sus poemas son directos, sencillos y hondos, tanto en los de amor como en los de protesta. Obras: “Dulce y Amargo”, “Abalorios”, “Barro en la Cruz”. (Y.B.)


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